Entre gustos y sabores no han escrito los autores… esa es una frase que solemos conocer, pero hoy haremos caso omiso a ella y vamos a hablar de sabores. La lengua es nuestro órgano receptor del gusto, ella se encarga de percibir todo lo que ingerimos y manda al cerebro diversas señales. Es el equivalente a un transductor eléctrico capaz de reaccionar según diversas magnitudes. Ahora bien, veamos cuáles son los sabores y cómo incluirlos en los regalos de empresa.
Tabla de contenidos
Los sabores básicos son: Dulce, amargo, salado y acido… Uno que es poco conocido es el umami y en culturas como la india se puede percibir el picante y astringente. Si seguimos expandiendo el gusto, podemos abrir la posibilidad a dos nuevos sabores como el starchy y adiposo.
La ciencia se encarga de explorar en todos los sentidos, la cocina y los sabores no han escapado de ello. Seguramente en la escuela todos aprendimos que había nueve planetas y recientemente la lista ha crecido. Algo similar ha pasado con los sabores que pasaron de ser cuatro básicos a una lista que sigue en aumento.
Se solía creer que la lengua tenía zonas específicas que percibían ciertos sabores. Actualmente se ha descubierto que a lo largo de ésta las papilas gustativas pueden captar cualquier sabor, incluidos los nuevos que se han añadido por investigaciones.
Tipos de sabores en regalos de empresa
La verdad es que siempre han existido estos sabores; la única diferencia es que ahora los clasificamos de mejor manera y podemos dar una descripción más específica.
1 .Dulce que te quiero dulce
El dulce es una fuente vital de energía.
Este es un sabor que gobierna la naturaleza, los animales lo saben distinguir perfectamente; incluso los miembros más poderosos de una especie son los que comen los alimentos más dulces. No es casualidad que los pájaros piquen solo las frutas maduras y que los monos prefieran las bananas amarillas. El azúcar que contiene glucosa, que es uno de los elementos enérgicos más poderosos de la naturaleza.
Cuando Hernán Cortés visito México, descubrió una bebida con propiedades mágicas, el chocolate, esta bebida era capaz de alimentar un hombre por un día y proporcionarle la energía necesaria para sus labores. Apartando las propiedades especificas del chocolate, sabemos que gran parte de esto se debe a los altos contenidos de glucosa.
El azúcar ha sido motivo de guerras y de uno de los capítulos más oscuros de la humanidad como lo fue la esclavitud. Los esclavos eran llevados a plantaciones en América para así conseguir precios más económicos por ésta. Por si no lo sabían, la leche materna tiene un poco de dulzor. Podemos conseguir azúcar en casi todo, pero principalmente en helados, refrescos, postres, pastelería y otros. El sabor dulce será sin duda muy preciado en sus regalos de empresa.
2. Salado, el segundo al mando
El sabor salado es el segundo más común.
Este sabor es tan común como el anterior, ha estado presente desde tiempos remotos; de hecho la palabra salario proviene de la práctica antigua de pagar con sal por una jornada de trabajo. La sal se emplea desde tiempos ancestrales por sus propiedades para conservar los alimentos. Antes de pensar en refrigeradores, nuestros ancestros decidieron salar los alimentos. De hecho el jamón ibérico viene como una respuesta a la conservación de la carne de cerdo; y es bien sabido que el primer paso de un jamón es la salación.
La sal es importante, aporta sodio y otros minerales, pero su consumo debe ser moderado. Comúnmente ingerimos una dosis mayor a la que necesitamos y esto nos trae problemas a futuro. Casi todos los alimentos la incluyen, incluidos los dulces; generalmente tienen un toque de sal para destacar su sabor y aumentar su preservación. El salado no debe faltar en tu selección de regalos empresa.
3. Amargo… ¡Precaución!
El amargo estimula las señales del cuerpo para protegernos.
La naturaleza es sabia, ella nos ha dotado de alarmas que nos indican cuando tener precaución. El sabor amargo es una de éstas. Por regla general, en el pasado nuestros ancestros evitaban lo amargo por tratarse de comida descompuesta y posibles venenos. Nuestras papilas gustativas están bien capacitadas para detectar este sabor que proviene de una mezcla química de diferentes estructuras.
Pero lo amargo no siempre es malo, podemos apreciar este sabor en la cerveza, el café, algunas aguas tónicas, quesos y algunos vegetales. Incluso el chocolate puede incluir este sabor, ya esto nos hace pensar que no todo es malo y que podemos incluirlo en nuestra lista de regalos empresa.
4. Tan acido como un limón
El sabor acido está presente en los cítricos.
El ácido y el amargo guardan una relación muy estrecha, el cuerpo está entrenado para percibirlo por razones similares al amargo. ¡Una cuestión de supervivencia! El sabor acido proviene de la liberación de hidrogeno en la boca al entrar en contacto con el agua. Este sabor nos hace segregar saliva; intenta pensar en un limón y verás como e genera este líquido en la boca.
Se puede encontrar en limones, naranjas, algunas manzanas, vinagre, tomates guisados y otros. Es un sabor que ayuda a contrastar el salado y dulce; algunas alimentos ricos en grasas pueden contener un poco de limón para contrarrestarla. Por ejemplo el vinagre en la ensalada para disminuir el aceite, el limón en la mayonesa, las patatas fritas con kétchup.
5. Umami, el sabor que no debe faltar en tus regalos empresa
Umami, es sabroso en japonés.
Una cesta de regalos gourmet que no incluya este sabor definitivamente no es española. Se trata nada más y nada menos que el sabor del jamón. El umami viene del japonés y cabe perfecto dado que significa “sabroso”. En 1908 fue identificado y bautizado por Kikunae Ikeda. Además se puede agrupar aquí las anchoas, espárragos, salsa de soja, espárragos y otros.
Es un sabor que tiende a ser sutil, pero a su vez de un gusto prolongado en el paladar, acelera la salivación; se siente un poco aterciopelado y estimula la garganta y la parte posterior de la boca.
Definitivamente los sabores son mágicos, cada uno nos puede producir sensaciones muy distintas. Inclúyelos en tus regalos empresa y verás como todos quedan encantados.
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